BATALLA NAVAL (BATTLESHIP): ANÁLISIS CRÍTICO DE LA PELÍCULA

Después de haber visto una megafilm como el de Los Vengadores, las otras películas del género sci-fi no se ven tan espectaculares.  Esta es la sensación que me queda después de haber visto Batalla Naval, la versión cinematográfica del famoso juego de mesa, dirigida por Peter Berg.  Y esto seguirá pasando hasta que llegue una película que realmente esté a su altura, como puede ser por el ejemplo, la tercera entrega del Batman de Christopher Nolan.  Batalla Naval en sí no es mala, y alcanza a ser una opción aceptable para entretenerse un rato en la sala de cine, y olvidar por un momento las vicisitudes de la rutina diaria.  Después del salto, mi acostumbrado análisis…

EL ARGUMENTO

Alex Hopper (Taylor Kitsch), trata de coordinar una defensa desesperada en el momento en el que los extraterrestres invasores irrumpen en el barco que ha quedado bajo su mando, a raíz de la muerte de su hermano.

En la búsqueda de civilizaciones extraterrestres, un proyecto científico de la NASA envía señales a uno de los planetas del Sistema Gliese, el cual alberga planetas muy parecidos al nuestro, con el objetivo de poder contactar a una civilización alienígena.  El proyecto tiene tanto éxito, que no sólo se logra contactar a seres extraterrestres inteligentes, sino que éstos deciden venir a nuestro planeta, enviando una armada de avanzada para preparar una invasión a gran escala.

Paralelamente a estos acontecimientos, Alex Hopper, un joven venido a menos desde el punto de vista laboral y económico, termina enlistándose en la marina de los Estados Unidos, debido a la ayuda de su hermano y a su amor hacia la hija del almirante, la bella Samantha Shane.  Tiempo después, Alex logra conseguir el grado de Teniente y la Marina organiza un ejercicio de simulación de tácticas navales bélicas, junto con las embarcaciones de otros países.  Al mando del Almirante Shane, la flota zarpa de Hawaii, para terminar encontrándose en altamar con los navíos extraterrestres atraídos por la señal de la NASA.  Los alienígenas generan un domo protector de energía y terminan aislando a tres destructores de la flota, los cuales deberán encarar el poderío tecnológico de los invasores, y salvar a la Tierra, sin la ayuda de la flota.  En forma previsible, el teniente Alex Hopper se encuentra en uno de estos navíos… 

Una trama interesante, eso no lo puedo negar, pero hubo ciertos detalles que no me convencieron:    

1. La secundaria participación de Liam Neeson como el Almirante Shane: creo que se desperdició el talento actoral de este artista, el cual en su rol no tuvo participación en las escenas más cruciales de la película.

2. La flota multinacional que sale de Hawaii no peleó en su totalidad y con todo su poderío contra los navíos extraterrestres, enfrentándose solamente a ellos los tres destructores que quedaron atrapados por el domo de energía.  Esto le quitó emoción parafernálica a la película.

Sin tener en cuenta estos aspectos anteriores, la trama quedó bien hecha, y no decepciona al espectador.  Se trata de un film para pasar un buen rato, pero no será rival en taquilla para Los Vengadores.

LOS PERSONAJES

La bella hija del Almirante Shane, Samantha (Brooklyn Decker).  Escena en la que se despidió de su novio, el Teniente Alex Hopper, quien parte a altamar para unos ejercicios de prácticas navales.

Estos fue lo más destacado de los personajes principales de este film:

Teniente Alex Hopper (Taylor Kitsch):  Es el protagonista por defecto de este film.  Ya lo habíamos visto en el rol de Gambito en X-Men Origins: Wolverine y en John Carter de Marte.  Su interpretación para este personaje no fue sobresaliente, pero entra en una calificación de aceptable.  El Teniente Alex Hopper es un hombre de comportamiento disfuncional, el cual ha fracasado en sus proyectos pasados.  Después de ciertos impasses en la marina, esta a punto de ser expulsado, pero la llegada de los invasores extraterrestres de Gliese lo cambiará todo.  Taylor Kitsch no lo hace mal, pero tiene más carisma para este tipo de papeles un actor como Sam Worthington.

Comandante Stone Hopper (Alexander Skarsgard):  Me pareció un poco mejor la actuación para este personaje, ya que se veía más convincente.  Stone Hopper es uno de los comandantes de los destructores de la flota que zarpan de Hawaii y es el hermano del protagonista.  Al ver la situación de fracaso de su hermano Alex, decide entrarlo por la fuerza a la Marina, para poder salvar su futuro.

Oficial Cora “Weps Raikes” (Rihanna):  Al ser una de las primeras incursiones de esta cantante en el mundo del cine, se puede entender que su papel no ha haya sido muy atrayente.  Es una de las tripulantes del destructor que termina al mando del Teniente Alex Hopper.  La razón para esto la entenderán cuando vean la película (si es que no la han visto aun).

Samantha Shane (Brooklyn Decker):  La belleza de esta actriz se destaca más que su papel interpretando a la hija del Almirante Shane.  Pero no lo hizo tan mal.  Luego de un burrito de pollo que Alex le consigue de una forma muy problemática, termina enamorada de éste (voy a ver si aplico esa táctica, pero sin sufrir tanto).  La relación de Alex con ella le creará un conflicto con el Almirante Shane, situación que terminará sin trascender mucho en la película.

Capitán Yugi Nagata (Tadanobu Asano): Al tratarse de una flota multinacional, hay oficiales japoneses, siendo este capitán, el de más alto rango.  Tiene una rivalidad con el Teniente Alex Hopper, la cual tampoco trasciende mucho.  Quizás el aporte más destacado de este personaje al argumento de la película (y a la justificación de traer al famoso juego de mesa al mundo cinematográfico) es su idea de emplear un sistema de detección del enemigo, sin usar el radar, basado en las claraboyas para medir la intensidad del oleaje, consiguiendo una cuadrícula muy similar al famoso juego de Hasbro.

Almirante Shane (Liam Neeson):  Lamentablemente, este personaje, el cual fue bien interpretado por Liam Neeson, no apareció en los momentos más cruciales de la película, casi pareció que estuviera de relleno, lo cual fue una lástima, porque hubiera ayudado a enriquecer la trama.  No se aprovechó bien el potencial de este actor.

LOS EFECTOS ESPECIALES

Las naves alienígenas tienen la particularidad de desplazarse por el agua dando saltos, como un planeador.  Esto les permite moverse más rápidamente que las embarcaciones humanas.

Hubo dos cosas que me parecieron muy positivas en lo referente a este tópico:

1. La película fue filmada en el clásico y glorioso 2-D.  Últimamente, las películas están siendo filmadas en 3-D, ya sea real o de post-producción, situación que se está poniendo incómoda y aburridora, ya sea porque hay estudios científicos que indican que ver en 3-D por medio de artilugios es nocivo para el cerebro y la vista; usar las gafas suele ser incómodo (sobre todo para los que usamos anteojos); y las boletas son mucho más costosas teniéndose en cuenta que el valor agregado no es tan alto.

2. Los efectos especiales estuvieron bien producidos, y ayudan bastante a las escenas de acción de este film.

Lo más destacado de los efectos:

* Las naves alienígenas, y en particular, las secuencias en donde se enfrentan a los destructores de la flota.

* Los trajes de los alienígenas.  Se veían muy realistas, asumiendo que fueron recreados en CGI.

El sistema de ataque de las naves alienígenas consiste en unos proyectiles que estallan poco segundos después de clavarse en el blanco enemigo, como si fueran dardos, copiando la forma de las fichas del popular juego de mesa en el cual está inspirada la película.  Me pareció algo rudimentario para ser tecnología de una civilización extraterrestre que ha conquistado el viaje por el cosmos.  Pero eso sí, este sistema es devastador y efectivo.

CONCLUSIONES

Se trata de una película aceptable, ideal para desestresarse un buen rato, pero debido a que fue opacada por el estreno de Los Vengadores y a ciertas falencias sobre todo en los personajes, es de esas películas que no trascienden mucho una vez se sale de la sala cinematográfica.