EL HOBBIT, UN VIAJE INESPERADO: SINOPSIS CRÍTICA DE LA PELÍCULA
Ya han pasado varios días desde que vi El Hobbit: Un Viaje Inesperado, la precuela al mundo de la Tierra Media cuya recreación por parte
de Peter Jackson descrestó a los cinéfilos (yo incluido) con la famosa trilogía
de El Señor de los Anillos hace ya
10 años. En esta oportunidad, y tras ver
este film puedo llegar a la siguiente conclusión: es una buena película, pero
este regreso a la Tierra Media ya no me parece tan sorprendente como antes,
pero aún así vale la pena verla. Tras el
click, podrán encontrar mi sinopsis crítica correspondiente (desde hace un
tiempo, ya dejé los análisis críticos, ya que son muy largos de escribir y me
desvío del objetivo principal, plasmar mi opinión personal)…
En conclusión, “El Hobbit: un viaje inesperado”, es
una película que sigue la línea en la recreación de la Tierra Media plasmada en
El Señor de los Anillos de hace ya 10 años, los efectos han mejorado, pero la
trama es más sencilla y más lenta, lo que sumado a que esta película no es tan
novedosa como la trilogía original, es menos sorprendente. Sin embargo, de que vale la pena verla, vale
la pena.
SINOPSIS CRÍTICA
En esta
oportunidad decidí ver esta película en dos formatos: en el glorioso y clásico 2D de 35 mm y la versión en 3D de 48 cuadros por segundo. El contraste es evidente: en la versión 35 mm
la película se ve bien, manteniendo la línea de la trilogía original; en la
versión 3D-48 cps se puede apreciar una tercera dimensión bien hecha, con una
alta definición, tan alta que parece que estuviéramos viendo una miniserie y no
un producto representativo del séptimo arte, lo cual es extraño para los
cinéfilos asiduos. Pero me imagino que
esta es la tendencia que se viene para los próximos años, para la cual
tendremos que adaptarnos (claro, siempre y cuando esta nueva forma de producir
películas termine siendo aceptada por el público en general, quienes con la
recaudación en taquilla terminan dictando las pautas a los estudios fílmicos).
En cuanto a la
trama, esta transcurre lenta, en comparación con lo vertiginosa y compleja de la
trilogía original de El Señor de los
Anillos. Esto en vista de que Peter Jackson decidió adaptar un libro
más corto que El Señor de los Anillos en una nueva trilogía, complementándola
con los apéndices de Tolkien. Esto hace que el argumento sea más sencillo,
y si a esto le sumamos que ya estamos familiarizados con la representación
cinematográfica de la Tierra Media, esta película luce menos espectacular que
la trilogía antecesora. En cuanto a
efectos, si se nota un perfeccionamiento en comparación con El Señor de los
Anillos, siendo relevantes la animación para Gollum, el Rey Trasgo y Azog, el pálido y cruel orco. En cuanto a las actuaciones, se destacan Ian McKellen como Gandalf, Martin Freeman como Bilbo, Richard Armitage como Thorin y por supuesto, Andy Serkis como Gollum. La escenografía luce bien, aunque un poco monótona, pero me imagino
que Jackson estará guardando lo mejor para la Desolación de Smaug, la segunda parte de El Hobbit, en donde por
fin podremos ver al destructor dragón venido del norte, codicioso de los
grandes tesoros.
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